La fundación respeta la autonomía de las comunidades e instituciones con las que colabora. Su relación con el Estado y las organizaciones que cooperan técnica y/o financieramente, se basa en el respeto mutuo y busca facilitar esfuerzos a favor de sus objetivos comunes.
El compromiso principal es trabajar con los sectores empobrecidos, apoyando su desarrollo social, económico y cultural, respaldando sus iniciativas y promoviendo su capacidad de generar sus propias alternativas de desarrollo.